Exteriormente este objetivo tiene un acabado muy similar a la serie L de Canon. Tanto su poca zona metálica como los anillos del zoom y MF tienen el mismo acabado y tacto que la serie de Luxe de la marca. Su zona frontal, tanto por el diámetro como por la construcción nos recordarán mucho al 17-40/4L. Incluso al abrir la tapa trasera se observa la misma disposicin de lentes.
El poco recorrido longitudinal de los grupos ópticos y el estar dentro del chasis hacen que una vez puesto el filtro UV, quede el objetivo prácticamente estanco al polvo y a alguna ligera lluvia. Solamente le falta la junta tórica en la base de la zona de la bayoneta para rematar el trabajo de mejor estanquedad.
Por sus 10 mm iniciales de focal tan bien corregidos de distorsión y su bajísima aberración cromática, comparados con sus rivales (Diganse Sigma, Tokina,Tamron) hacen que sea la opción que escogí en su momento para incluirlo en mi equipo fotográfico. Actualmente no se vivir sin él, si en futuro paso a "Full frame", tendré que sustituirlo por el 17-40L f/4 ó el carisímo 16-35L f/2,8... para poder conseguir el mismo rango focal.
Los efectos creativos con los que se llega a trabajar con este "Cristal", lo hacen insustituible para determinadas fotos en las que, o bien no podemos retroceder más, o el hacerlo nos hace perder la perspectiva.
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