En la fotografía de baja saturación sabemos que color tiene cada cosa, pero no podemos visualizar como era la imagen en realidad. Por esto me parece que este estilo desprende una magia especial, algo que hace que cada vez que la miramos podamos imaginar una realidad distinta, unos colores más o menos intensos. Seguramente dos personas podrían pasar horas mirando una de estas fotografías y en ningún momento coincidirían las interpretaciones mentales de ambos sobre la realidad cromática de la escena.
Como este hay muchos otros estilos que tienen algo especial, algo que los diferencia del resto. Probad a ver y hacer fotografías de baja saturación, probad a observarlas y a descubrir nuevas imágenes cada vez. Os sorprenderá la cantidad de posibilidades que os ofrece este estilo.
Texto e imágen sacados integramente de XatakaFoto.com
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