Estos filtros se venden en diferentes intensidades y hay que tener cuidado con ellos. El filtro de intensidad más débil es el que generará mayor cantidad de niebla, al contrario de lo que sería lógico pensar. Existen en varios formatos aunque lo habitual es encontrarlos en forma de filtro enroscable.
Al igual que sucede con los filtros de color, los filtros de niebla se fabrican tanto continuos como con degradados. Con estos últimos hay que tener más cuidado ya que la niebla es un fenómeno atmosférico que por lo general empieza a apreciarse a cierta distancia y es más densa conforme más se separa del suelo. Si no utilizamos correctamente el filtro de niebla con degradado (desplazándolo de manera selectiva) podemos hacer que la foto sea antinatural y resulte extraña a la vista. Aunque por supuesto también puede provocar un efecto totalmente opuesto, pero sería más difícil que pasara.
Me acaba de llegar el Kit de filtros "MIST" de Lee. Dicho kit está formado por un degradado standar, otro degradado central y otro degradado circular:
Los principales efectos que nos va a proporcionar el uso de este tipo de filtros van a ser.
- Suavizar: Un filtro de niebla suavizará las fotografías haciéndolas menos contrastadas y ‘relajando’ las partes claras.
- Aportar romanticismo: En fotografías en los que tengamos contraluces o en las que haya fuentes de luz suaves como velas o candiles, el filtro de niebla actuará como una especie de “difusor” dándole a la foto una suavidad que logra transmitir esa sensación de romanticismo.
- Difuminar los perfiles: Difuminar, que no fundir. El filtro de niebla suavizará las líneas creando contornos menos acusados, lo que puede servirnos también como recurso en alguna que otra ocasión.
Ya sabéis algo más sobre este tipo de filtros y espero que os sirvan en alguna que otra ocasión para hacer alguna buena toma. Y si no se os ocurre ninguna que hacer, siempre podéis inspiraros un poco viendo fotos de niebla real, e intentando imitarla.
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