Quiero, con este artículo, recomendaros que consigáis una tableta digitalizadora (también llamada tableta gráfica) porque en cuanto uséis una de ellas vuestro concepto de la edición fotográfica va a cambiar por completo.
Este juguete es nuestro mejor aliado cuando tenemos que enfrentarnos a largas sesiones de edición fotográfica frente al ordenador y me atrevería a decir que si hacemos un sencillo experimento en el que dos personas editen la misma fotografía, una experta en el manejo del ratón y la otra usando por primera vez una tableta, la persona con la tableta, aun siendo novata, obtendría mejores resultados. ¿ Por qué ? Porque a diferencia del uso del ratón tradicional con la tableta dibujamos con un lápiz óptico/magnético, exactamente igual que si lo hiciésemos sobre un papel, el movimiento lo tenemos perfectamente automatizado desde la más tierna infancia y por consiguiente trabajamos de manera más precisa, rápida y natural.
Estoy convencido de que la mayor parte de los detractores del uso de Photoshop lo son por lo frustrantes que resultan tareas cómo las selecciones complejas cuando las hacemos con un ratón. Opinarían distinto si probasen con una tableta porque además éstas cuentan con una completa botonería en la tableta que son configurables y que proporcionan un acceso directo a las funciones que más usemos cómo el zoom, deshacer o cualquier otra que deseemos.
Las podemos encontrar de varios tamaños en el mercado. Debéis saber que no es un accesorio barato pero en todo caso debe ser uno de los imprescindibles para todo fotógrafo que se precie porque por muy poco postprocesado que tengan nuestras fotografías, alguno siempre lleva. Los tamaños que existen se adecuan a las distintas necesidades del usuario. Nosotros, para la fotografía podemos quedarnos con una de tamaño A5 o A6, será más que suficiente, mientras que para otras cosas como el dibujo o el diseño industrial quizá interesen tamaños mayores. Hay que tener en cuenta que cuanto más grandes más caras son.
Igualmente no estaría de más comprar una cuyas proporciones se adecuen a las de nuestro monitor porque el lápiz hace las veces de ratón y la superficie de la tableta se ajusta a la de nuestro monitor de manera que si colocamos el lápiz en una esquina de la tableta, el puntero del ratón se moverá hasta la misma esquina en nuestro monitor.
Los lápices son sensibles a la presión con la que los pulsamos (lo normal es que detecten más de 500 niveles de presión) por lo que, por ejemplo, al pintar sucederá que al presionar más el lápiz observaremos cómo hacemos trazos más gruesos o depositamos más tinta. Sencillamente impresionante.
Las puntas de los lápices no duran eternamente, pero a mi por ejemplo la primera punta me ha durado casi 2 años y en el paquete venían varias de recambio con lo cual tendrá que pasar mucho tiempo hasta que necesite pasar por caja. Marcas que vendan tabletas digitalizadoras hay varias: Trust y Genius las ofrecen por un buen precio pero si quieres el máximo en cuanto a calidad vas a tener que pagar un poco más y optar por una Wacom. Es lo que yo hice y estoy absolutamente encantado, Primero usé una Trust, actualmente tengo una Wacom Intuos 4. Muchas incluyen diversos programas de edición o pintura como Photoshop Elements o ArtRage lo cual está muy bien para empezar a acostumbrarse a la nueva herramienta de trabajo.
Espero no haberme dejado gran cosa en el tintero, no pretendía hacer un estudio pormenorizado de esta herramienta sino más bien haceros ver que con una tableta vuestra vida (fotográfica) va a cambiar por completo y no es una exageración. Yo ya no edito una imagen si no tengo mi tableta.
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miércoles, 17 de noviembre de 2010
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