En el viaje a Japón pude descubrir las grandes diferencias culturales que nos separan.
Tambien pude ver de primera mano su arquitectura, sus costumbres... pero sobre todo y mas importante, sus gentes... con ese carísimo valor añadido, que empieza a ser ya un desconocido para los occidentales: Lo serviciales y educados que llegan a ser.
Para que se hagan una idea de lo que quiero decir:
Íbamos por una carretera general importante y bastante transitada, cruzando poblaciones, con una lluvia del 15. En el lateral de la carretera de un pueblo de estos, dos niños (De 7 y 4 años aproximadamente) pulsan el botón del semáforo para cruzar al otro lado de la carretera. Al parar el trafico, cruzan a paso firme y al llegar al otro lado, sorpresa: se giran, se colocan direccion a los coches de un lado del semaforo y los dos niños efectuan el tradicional "ojigi " (saludo en el que flexionan el tronco), luego se giran hacia la otra fila de coches y otro "ojigi"... ¡Dan las gracias a los conductores de ambos sentidos por haberse parado! En dos palabras, im-presionante... No quiero imaginar esta escena, en una carretera española.
Pude visitar los "Onsen" o baños termales típicos del oeste, montar en el "Jinkangsen" y visitar la zona de compras tecnológicas en Tokyo.
Ciudad de Muracami
Friki en Tokio
Tokio
Tokio
Me he llevado un buen sabor de boca y la amistad de varios japoneses, es un pais para ir y perderse, lástima que sea tan caro... Me ha robado el corazón.
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Vistas en Picasa...
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